
Prima Ninette:
Imagino que te sorprenderá sostener esta carta entre tus manos y ver que el remitente soy yo, tu primo materno. El trascurso de estos años silenciosos no ha disminuído mi añoranza hacia ti y tu hermano Ninoir. Mantengo vivo el recuerdo de nuestro último encuentro en casa de mis abuelos paternos en San Petersburgo cuando la familia todavía se mantenía unida aunque ya mis padres no estaban...
Escribo estas líneas emocionadas para informarte de que en estos momentos me hallo en un autobús de largo recorrido que ha de llevarme hasta ti, hasta Montpellier. Partí esta madrugada de San Petersburgo después de visitar a mi tía Ninotchka y de caer en la desesperación por un fracaso amoroso largo de narrar epistolarmente.
Deseo no molestarte en exceso y sé que esta visita inesperada quizás pueda incomodarte. Si así fuese, te pido por favor que no dudes en señalármelo y me marcharé, pero... Ninette, tu y yo siempre hemos sido cómplices en tantas cosas... me has sabido comprender, has sufrido la separación de mis padres a través de mí y conoces a mi madre, sus motivos... Debo pedirte que me ayudes, que me des luz, que seas, otra vez, un bastón con el que poder caminar derecho y tomar nuevamente el rumbo de mi historia, de mi pasado y mi futuro.
Nos veremos pronto, pues.
Afectuosamente,
Tu primo Nino.