16 septiembre, 2009

El retorno de Nino

... es Nino, efectivamente. Es él.
- ¡Nino! ¡A nuestros brazos! ¡Qué sorpresa! No... no...
- No digáis nada. Os lo contaré todo. ¿Puedo quedarme con vosotras?
Por supuesto que podía quedarse. Nino llegó en una noche estrellada y dió con su relleno de espuma en el taller para decirles a Bombis y Borombis que estaba desesperado, descorazonado, lleno de tristeza. Ellas le escucharon y le sirvieron caldo calentito que le animara las mejillas, y una copa de vino para soltarle el alma. Él les miró a los ojos y les pidió perdón por todo el tiempo en que había estado huyendo y escondiéndose de ellas, viajando por la terra inteira. Tenía un motivo noble: encontrar a su amada. Ellas lo sabían. No cabía la disculpa. Querían ser sus amigas desde la misma noche en que pisó por primera vez el taller. Ellas habían soñado tantas veces con este momento...
Nino dijo que en su juventud se había comportado como un estúpido y que toda su voluntad era reparar los errores del pasado. Los cometidos con Nina, con su madre, con su padre... y claro, con ellas, con Bombis y Borombis.
- ¡Claro que puedes quedarte con nosotras y claro que te perdonamos!
- Gracias... pero he vuelto además porque os necesito... porque vosotras podéis ayudarme a... podéis...
Se sumió en un profundo sueño. Y el nombre de Nina se resbalaba letra a letra de la comisura de sus labios.

02 septiembre, 2009

El sueño de Bombis y Borombis - Mudarte 2009

Todos en fila: Bombis, Borombis, Nino, Nina, Ninette, Ninochtka, N. Smith, Lizaminina, Piotr el payaso, el enfermero Igor, Zepelinino, Menina, el Nino Quercus... Todos en fila saludan con una sonrisa y una reverencia a sus nuevos compañeros, sus nuevos amigos de cuento: Piniblú, Zález, Gretelain, Mimètik, Mary Chic... Con todos ellos viajarán hasta Cáceres para encontrarse con las manos mágicas de Carolina que al llegar los acogerá todos en un abrazo y les llevará de las mano por las calles de la ciudad, entre los pies, las miradas curiosas, las manos atrevidas y los ánimos divertidos de los visitantes. Y cuando vuelvan, cuando regresen, serán más de lo que eran al marchar. Serán nuevos y más felices.
Gracias, Carol.

NINOS

Y Ninos apareció en nuestro taller, revolviéndolo todo: el orden, los colores, las ideas, el tiempo.
Y no había hecho más que empezar...