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16 octubre, 2011

profundidad

Sigo perdido en la profundidad del agua oceánica.
Un baile de olas me lleva hacia un destino incierto.
Encontraré lejos de aquí un remanso de caricias conocidas,
un universo de parientes lejanos que sabrán decir de mí
todo lo que ni yo mismo conozco.
Me zambullo en mis recuerdos infantiles
para recordar sus rostros y reconocer sus sonrisas
pero al internarme en la oscuridad del pensamiento
solo burbujas vienen a mí
y unos tentáculos rechonchos y succionadores
que me arrastran al fondo, sin contemplaciones.

Nino

16 mayo, 2011

cardíacamente enfermo de amor

Cardíacamente enfermo de amor pasado,
avanzo por los océanos del recuerdo lejano,
buceo entre peces de colores,
noches de angustia, solo en un hotel.
Cardíacamente enfermo de amor presente,
recorro las fronteras de países que se parecen
en mi locura de pérdida y de engaño,
en el vuelo del vestido de mi espantada amada.
Cardíacamente enfermo de amor futuro,
contemplo el sol del atardecer,
mecido por la calma de sus manos,
acurrucado en su regazo, como recién nacido.

Nino

21 febrero, 2011

Oscuro e inteso mar


Cruzo el mar intenso y oscuro.
Al otro lado de este océano infinito me esperan mis raices.
El nuevo mundo les acogió a ellos cuando sintieron miedo.
Espero refugiarme entre sus paredes de madera,
y que ellas sean los cimientos de mi mundo nuevo.
Una ballena asoma con mirada brillante,
con ojos limpios de agua y de profundidad.
Me observa nadando en silencio y yo
le correspondo desde lo alto con una sonrisa cómplice.
A los dos nos persigue la soledad.

Nino

13 enero, 2010

nuestras navidades


De un año a otro, no recordaba prácticamente ninguno de los nombres
de todas ellas y los lugares y palacios en los que habían vivido.
Lo que jamás he olvidado son sus vestidos, todos tan elegantes y festivos.
A mi madre llegaron a regalarle uno, parecía que la habían incluido en la
familia: una cabaretera con un traje de etiqueta, con un vestido que
había pertenecido a la realeza. Pero el hábito no hace al monje,
seguían pensando en el círculo de la familia de mi padre, y ella podía percibirlo.
¡Pero cómo lucían los encajes en su cuerpo grácil y natural!
Cierro los ojos y puedo verla, con una flor al cuello, bajando la escalera que
llevaba
al salón donde esperaba la mesa magnífica y la vajilla de porcelana
para la cena
de Nochebuena... Todas la navidades repasábamos las fotos de
la familia, y ellas, las
MeNinas, en pequeños lienzos, también nos observaban
a nosotros.

¿Podré volver a casa de mis abuelos y retomar esa tradición, acompañado
de quienes quiero? Menos mal que mis nuevas amigas lo desean tanto como yo
y han prometido ayudarme...

16 septiembre, 2009

El retorno de Nino

... es Nino, efectivamente. Es él.
- ¡Nino! ¡A nuestros brazos! ¡Qué sorpresa! No... no...
- No digáis nada. Os lo contaré todo. ¿Puedo quedarme con vosotras?
Por supuesto que podía quedarse. Nino llegó en una noche estrellada y dió con su relleno de espuma en el taller para decirles a Bombis y Borombis que estaba desesperado, descorazonado, lleno de tristeza. Ellas le escucharon y le sirvieron caldo calentito que le animara las mejillas, y una copa de vino para soltarle el alma. Él les miró a los ojos y les pidió perdón por todo el tiempo en que había estado huyendo y escondiéndose de ellas, viajando por la terra inteira. Tenía un motivo noble: encontrar a su amada. Ellas lo sabían. No cabía la disculpa. Querían ser sus amigas desde la misma noche en que pisó por primera vez el taller. Ellas habían soñado tantas veces con este momento...
Nino dijo que en su juventud se había comportado como un estúpido y que toda su voluntad era reparar los errores del pasado. Los cometidos con Nina, con su madre, con su padre... y claro, con ellas, con Bombis y Borombis.
- ¡Claro que puedes quedarte con nosotras y claro que te perdonamos!
- Gracias... pero he vuelto además porque os necesito... porque vosotras podéis ayudarme a... podéis...
Se sumió en un profundo sueño. Y el nombre de Nina se resbalaba letra a letra de la comisura de sus labios.

19 agosto, 2009

Bombis y Borombis / Nino

El reencuentro con mi madre ha dado verdad a mis recuerdos de infancia. Me ha reconciliado con mi pasado familiar y me ha devuelto la confianza en el amor. Estoy totalmente convencido de mi cruzada para hallar a Nina y confesarle todos los secretos que he callado hasta ahora, todos los sentimientos que ella me ha ofrecido y no he sabido cultivar.
No sé por dónde retomar su búsqueda. Ahora estoy perdido. No tengo pista alguna de su actual paradero, estoy absolutamente despistado.
Aunque creo que sé quiénes podrían darme la información que necesito...
Nino
De nuevo en el taller. Mientras contemplamos unas antiguas fotos de Menina, una antepasada de Nino, recordamos el encuentro con N. Smith que nos ha permitido conocer mejor a Nino y quizás algunos de los motivos que le han llevado a su eterna huída pero ya no sabemos dónde buscarle. Ya no podemos atar ningún cabo que nos lleve hasta él. Nina permanece en paradero desconocido y él, en su incansable marcha, intentará encontrarla sea como sea.
Nosotras ya estamos cansadas y hemos decidido que no vale la pena este vagar por países, por ciudades, llamando a puertas, preguntando en calles y avenidas, en circos... corriendo, hurgando, investigando... El día que Nino quiera volver, encontrará abiertas las puertas de este taller. Si no quiere hacerlo jamás, sólo nos quedará echarle de menos y desearle toda la suerte del mundo.
Bombis y Borombis

15 mayo, 2009

Y los sueños... sueños son

Un atardecer en el mar. Flotando en el agua siento las corrientes submarinas que mueve mis pies. Algas viajeras se enredan entre los dedos y me hacen cosquillas. La brisa que se oscurece levanta ráfagas de mar que mojan mi flequillo. Se ha hecho tarde sin darme cuenta. He salido a nadar como un corcho y se ha pasado el tiempo volando. Justo frente a mí veo surgir entre el oleaje un cachibache amarillo chillón, una especie de tentáculo metálico con un cristal en el extremo. Me asusto un poco la verdad, pero la curiosidad no me aleja. La lente me mira. Mejor dicho, desde la lente me miran.La lente se aproxima y distingo en su interior unos ojos conocidos... ¡Es mi madre! ¡Y es Nina! ¡Y mi padre! Y... ¡Bombis y Borombis, mi tía Ninotchka, Tanino, Ninette...! Están todos ahí, todos me miran con sorpresa, con temor, con ojos de... ¿pena? Entonces recojo mi mirada para encontrar mis pies y descubro una gran sombra amarilla debajo de mi cuerpecito enclenque anclado en un flotador ridículamente grande. ¡Horror, es un submarino! Y parece que va a subir a la superficie... ¿con todos ellos en su interior? ¡Horror! ¡Horror! No puedo nadar, el flotador se encge, me asfixia el abdomen... quiero huir, quiero HUIR, HUIR, HUIR...

Nino despierta empapado de sudor, colorado, con las legañas que le cierran los ojos. Todavía en el autobús de viaje a Londres, ha caído de cansancio, rendido ante el sueño.

10 enero, 2009

Carta a Ninette


Prima Ninette:
Imagino que te sorprenderá sostener esta carta entre tus manos y ver que el remitente soy yo, tu primo materno. El trascurso de estos años silenciosos no ha disminuído mi añoranza hacia ti y tu hermano Ninoir. Mantengo vivo el recuerdo de nuestro último encuentro en casa de mis abuelos paternos en San Petersburgo cuando la familia todavía se mantenía unida aunque ya mis padres no estaban...
Escribo estas líneas emocionadas para informarte de que en estos momentos me hallo en un autobús de largo recorrido que ha de llevarme hasta ti, hasta Montpellier. Partí esta madrugada de San Petersburgo después de visitar a mi tía Ninotchka y de caer en la desesperación por un fracaso amoroso largo de narrar epistolarmente.
Deseo no molestarte en exceso y sé que esta visita inesperada quizás pueda incomodarte. Si así fuese, te pido por favor que no dudes en señalármelo y me marcharé, pero... Ninette, tu y yo siempre hemos sido cómplices en tantas cosas... me has sabido comprender, has sufrido la separación de mis padres a través de mí y conoces a mi madre, sus motivos... Debo pedirte que me ayudes, que me des luz, que seas, otra vez, un bastón con el que poder caminar derecho y tomar nuevamente el rumbo de mi historia, de mi pasado y mi futuro.
Nos veremos pronto, pues.
Afectuosamente,
Tu primo Nino.

09 diciembre, 2008

El cielo sobre mí

Arranqué a andar con ánimo pausado, la moral arrastrando como una escoba, los ojos pegados al suelo y sobre mi cabeza, una nube que anunciaba nieve. Levanté los ojos hacia ella un segundo y contemplé ese conjunto de humedad y frío que de un momento a otro iba a descargar sobre mi desgracia.
Empezó a nevar. Me quedé quieto esperando helarme, confundirme con el blanco que iba posándose sobre los bancos del parque, sobre los arbustos, sobre los toldos de las tiendas. Al fin y al cabo, me sentía frío por dentro, como un témpano.
Toda esperanza de encontrar a Nina había desaparecido entre las palabras del director de circo. Nadie sabía dónde estaba ella, nadie conocía hacia dónde se fue por última vez, nadie podía darme una referencia... Y a mí no me quedaban fuerzas para continuar la búsqueda, para seguir tirando del hilo del anhelo...
Y aquí estoy, vencido por el temporal, sentado frente a una cálida taza de caldo, en una cafetería de un barrio de esta ciudad de la que vengo, de la que viene mi familia... ¿Pero qué familia? Si no he sido capaz ni de encontrar a mi madre... ¿Cómo voy a encontrar a Nina?

Nino

01 noviembre, 2008

En recuperación

Despierto y la luz de la mañana rusa invade la habitación. Una manta peluda y cálida me mantiene en temperatura. Sigo sus arrugas y distingo a mis pies una silueta abrigada. Se trata de mi tía, es mi tía Ninotchka, hermana de mi padre y cuidadora de la casa familiar en San Petersburgo. Con las prisas del viaje en zepelín olvidé que ella residia en la ciudad. ¡Qué falta de tacto la mía! Que tenga que verme en estas circunstancias... La miro pero no acierto a pronunciar ni una sola palabra.
Ella, con su abrigo morado y sus plumas al cuello, sostiene en la mano un tazón de caldo. Se acerca a mí, posa su esbelto y maduro cuerpecito a mi lado. Cubre una cuchara con el líquido calentito, sopla sobre él para que no me queme la faringe y me lo acerca a la boca. Siento que soy un niño en pantalón corto que juega en el jardín de la mansión familiar con los primos franceses, con mi padre, con mi... Cierro los ojos y dejo que Ninotchka me alimente. Oigo su voz suave que me tranquiliza, que me cuenta que me mareé durante el viaje en el cacharro de tío Zepelinino, que me deshidraté y desnutrí sin darme cuenta, que la recuperación en el hospital fue corta y que aquí en su casa me han tratado como un rey y que ahora que voy tomando consciencia del tiempo quizás podría pasar unos días con ella, que me ha echado de menos, que estoy muy cambiado, que...
Sólo puedo sonreir. Quiero irme, me iré, tengo que encontrar a Nina. Lo siento tía Ninotchka. Sólo puedo sonreir. No me salen las palabras. Me escaparé esta noche cuando ella descanse en su alcoba. No alcancé a buscar a Nina en su circo... Seguro que estará allí. Esta vez la veré. Esta vez sí.

Nino

04 octubre, 2008

Minimadelia Design Circus

Acostado en la oscuridad de una habitación de techos altos e intensamente decorados, vislumbro la silueta de una mujer mayor que me observa en la sombra. Quiero hablar pero nuevamente el sueño me arrastra...
- ¡¡Mïnïmadelia Design Circus les acerca un mundo colorista, ilusorio y mágico a sus retinas!! ¡¡Pasen y vean!! - oigo que grita una hada vestida con chaqué y una varita, es Espita Gorgorita.
Miro a un lado y una sonriente pareja me dan conversación. Ella es Laura y también lleva una varita en la mano. Me coge de la mía y me acerca al rincón de las mingurriadas para contarme un secreto. Olula se casa, me dice en confidencia. Digo bien y volvemos a la fila. Un poco por delante nuestro una chica que lleva dos bolsas en cada mano y una varita convence al portero para que nos deje entrar en tropel.
Ahora estoy solo en la grada del circo. A mi lado, una chica sentada sobre un planeta pequeño con unas divertidas gafas naranjas me mira. Me invita a ver el espectáculo desde su planeta (bonita Ro) Los focos se encienden y aparecen en escena Lady Desidia y una corte de personajes en blanco y negro que le sostienen su larga cabellera mientras ella nos guiña sus ojos dulces y nos enamora. Una Señorita Rosa visita nuestro planeta y se nos une. La pista se llena de muñecas de fieltro y Belula la domadora con una cinta de raso les pone en orden. ¡Bravo! ¡Bravo! Aplaudimos todos los del planeta. Un pulpo gigante de color morado sale de un lateral de la carpa y avanza lentamente repartiendo un mundo de gominola entre los asistentes. Fátima lo lleva de un tentáculo y nos dice hola con su varita. De mi pecho se desprenden corazones de colores que vuelan hasta los rizos Bett que me invita a visitar sus casas colgantes. Desde allí, contemplamos la luna encaprichada, conspiradora, que pretendía unirnos para siempre.

El sudor vuelve a despertarme. Esta vez más relajado pues el sueño me ha llevado a un lugar maravilloso dónde he conocido tantos amigos... y ¡todos con varita!
La realidad sigue postrada en esta cama y la silueta de antes...

Gracias a tod@s por hacernos sentir tan bien, por las risas, los abrazos, las horas de charla, el calor y la cotidianidad que nos ofrecistéis esa tarde. Fue un placer conoceros, lo sigue siendo.

19 septiembre, 2008

Le foret secret

Un bosque de agujas de tender la ropa. Madera frondosa y tallada. Al fondo diviso el jardín de Lulaila y ella misma que me saluda con la mano y me grita:"Fall in style, fall in style, fall..." Intento correr y preguntarle qué quiere decir con esa proclama pero cada vez estoy más lejos, a años luz de ella. Los muelles de las agujas me estiran hacia abajo y me engullen hacia un sótano lleno de moskitas muertas. Levanto los ojos y descubro un foco de luz y un puerta con un cartel que reza:
FRCREATION
Pase y vea
Agarro el pomo, empujo y ¡zas!


Otra vez despierto sudoroso y aturdido. Miro a mi alrededor pero unas vueltas de venda tapan mis ojos. ¿Dónde estoy? ¿Otra vez lejos? Está claro que estoy en un destino clandestino.



Nino

06 agosto, 2008

yo confieso

En un mundo galiléico y azul,
cruzaré fuertes y fronteras
buscando tus ojos de purpurina.
Allá dónde fuere
escribiré nuestros nombres,
dejaré señal de que pasé.
Reandaré mis huellas una y otra vez
hasta que tu regazo encuentre
y redimir mi mentira en él.
Vivo en la certeza de hallarte,
vivo con este profundo deseo,
y sé que lo lograré.



02 agosto, 2008

A Rusia en Zepelin

Estimado tío,
Después de tantos años vuelvo a estar aquí, en Laussane, en busca de aquel amor que nunca debí dejar marchar.
He sabido que vives en esta ciudad desde que finalizó la guerra y que sigues trabajando en tus inventos, y es con motivo de ambas cosas que me atrevo a escribir tras un periodo largo de silencio.
Tío, necesito tu Zepelin. En un par de días emprenderé un costoso viaje que me ha de llevar hasta tierras rusas: San Petersburgo, el último paradero conocido de mi Nina.
Recuerdo que hace años me ofreciste tu zepelin...
Espero tus noticias.
Un saludo afectuoso.
Tu sobrino,

Nino

06 julio, 2008

querido diario

Cada noche sueño con sus ojos y su pelo rizado que bambolea al ritmo de las piruetas que ejecuta a la perfección en lo alto de su trapecio. Sueño con paseos a su lado, con sus piernas esbeltas... pero no debo dejarme llevar por sentimentalismos.
Nina es una estrella del Circo de Konstanz y en estos momentos su posición social y su vinculación con los mayores exponentes de la vida cultural alemana nos resulta de gran interés.
Papá dice que es una oportunidad de oro para poder obtener diplomáticamente información oportuna que puede beneficiar a nuestro país y sus aliados antes de que estalle la guerra. Siento el peso de la responsabilidad política sobre mis gafas. Todavía no he podido finalizar la carrera y ya quieren que abandone Oxford.
Cada noche cierro los ojos deseando que aparezca su silueta envuelta en brillos y purpurina, que levante los brazos, que muestre su bella figura y sonría, me dedique un guiño cómplice antes de encaramarse como una enredadera en una cuerda.
No debe saber quién soy, no debe saber para quién trabajo, no debe saber la verdad... todo saldría mal y ella sufriría tanto... Seré aquel que ella espera, un divertido estudiante, trabajador y humilde, que la recoge noche tras noche para llevarla con su bicicleta a comer col verde con salchichas y una
Weizenbier en la Biergarten de la otra calle.

Nino

09 junio, 2008

en la boca del lobo

Entrada la noche oscura anduve por las calles de la ciudad en niebla. Durante horas vagué sin rumbo, con dos bolsas en cada mano llenas de cachivaches y comida. Sabía que debía llegar a algún punto pero parecía estar a años luz de mí. Mareado, sentí la necesidad de hacer un alto en el camino y orientarme, obligarme a escoger un camino certero y andar con precisión hacia aquel lugar donde una tal C. Parisina me había convocado. Asomé la cabeza a través de la única puerta que vi entornada en aquella calle. Pasé y rápidamente me di cuenta que me había metido en la boca del lobo. ¿Sería la guarida de los llamados Karteristas? De mis manos desaparecieron mis pertenencias y oí una voz finísima que decía:
- Espita Gorgorita, lo que se da, no se quita, conviérteme en...
Y en ese momento la luz de la mañana entró a través de mis párpados dormidos y sudoroso, en la cama del hotel recordé que todavía no había podido encontrar a Nina. Entonces me sentí vacío, sin color.

Nino

PD: Muchas gracias a Petit Bonbon por su nominación. Smuac.

26 abril, 2008

¿Reencuentro?

Piazze delle Erbe, un domingo soleado.

Tantos años después reencontrarme con ella hace que me sienta joven y osado de nuevo. La última vez que la vi corría por la pista de baile de Konstanz para alejarse de mi inconsciencia. Su capa roja ladeada insinuaba su esbelta figura que se iba sin darse la vuelta, sin despedirse. Y me dejó, solo, con una lágrima que empapaba mi parche de pirata, en mitad del baile de disfraces. Desde entonces, nada, la Nada.
Vivir sin ella ha sido como estar inmerso en un tarro de tinta denso y negro, rodeado de paredes de cristal que me han dejado ver pasar la vida sin poder participar de su curso. Sin ella, el tiempo es un pesado compañero.

Deposité hará un par de días una nota en su buzón. Si mi olfato no me engaña, sigue en Pádova.
En unos minutos debería torcer esa esquina.... y reencontrarnos. Ojalá acuda a la cita...
Yo, tan nervioso, he dedicado toda la mañana a arreglarme, a presentarme hermoso y ufano, con mi corazón renovado, azul, blanco. Con un bolsillo leno de brillos rojos para mostrarle mi amor, con reflejos verdes... ¡Ah! ¡Es la hora!
Parece que una sombra aparece tras la esquina...
Nino

Broche de fieltro: 6 euros
Contacto: bombisyborombis@hotmail.com

24 marzo, 2008

Nina


Nunca se lo dije pero, antes de que nuestras miradas se cruzasen, yo ya conocía su cuerpo y sus ojos, los había contemplado noche tras noche desde que mis recuerdos de niñez me llevasen a aquella carpa de colores que se había instalado en la ciudad.
De niño me maravillaban los domadores y las acrobacias sobre los elefantes; jugaba a imitarles hasta bien entrado el verano, en que los chapuzones en el río nos distraían de cualquier otro juego.

Pero aquella tarde, no tan niño ya, me quedé inmóvil cuando se apagaron todos los focos excepto aquellos que resaltaban una figura en lo alto, columpiándose a metros de altura, como colgada del cielo.

¡Nnnnnina! - gritó el presentador de chaqué colorado - ¡Y su trapecio!

El silencio se apoderó del mundo.
Al salir ví un puesto donde vendían estampas con los personajes de las actuaciones de aquella tarde: los payasos, un arlequín de ojos tristes, los equilibristas y el hombre bala; y ella, Nina rezaba un cartelito, con un traje brillante precioso, sentada en su trapecio. Me lancé a comprarla como un adolescente y la guardé en mi billetero, emocionado, nervioso.

Una vez en la habitación que tenía alquilada por entonces, la colgué cerca de mi cama, sobre una pequeña bombilla que alumbraba mis lecturas, para poder darle las buenas noches.


Buenas noches, Nina - le deseé ayer. Y besé la estampa ya amarillenta.

Nino.

02 marzo, 2008

NinoNina


Miré y estaba allí.
Miró y estaba allí.
Y así empezó todo.

Nino

23 febrero, 2008

eNinomorado

Acaricia mi ensueño el suave murmullo
de tu suspirar.
Como ríe la vida, si tus ojos negros me quieren mirar
.

La última vez que mi corazón latió así (sin contar cuando me fugué del taller pies-para-qué-os-quiero) tenía a mi eNinamorada a mi vera (a la verita mía) Sentía que el mundo era abarcable y que era capaz de conseguir todo lo que me propusiese. Quería ser una estrella del rock, un científico importante y descubrir un bronceador para ninos pálidos, un pirata tuerto y con gafas, un profesor de bachillerato sin alumnos, un guardabosques con camisa a cuadros, un chino con muchas tribulaciones en China, un coleccionista de sobres de azúcar, un ladrón de guante negro... Pero sólo que sus patitas rozaran mi tronco yo era feliz. Lo era todo. Hasta que empezó a sonar el bolero, el triste final del bolero. Ays! (suspiro)

El día que me quieras... Su nombre aún sonroja mis mejillas. Tan dulce... tan delicada su voz... Desde el azul del cielo... Tan jugosa y tierna sonrisa... Las estrellas celosas, nos mirarán pasar...


Broche de fieltro: 6 euros

Contacto: bombisyborombis@hotmail.com

NINOS

Y Ninos apareció en nuestro taller, revolviéndolo todo: el orden, los colores, las ideas, el tiempo.
Y no había hecho más que empezar...