
Nunca se lo dije pero, antes de que nuestras miradas se cruzasen, yo ya conocía su cuerpo y sus ojos, los había contemplado noche tras noche desde que mis recuerdos de niñez me llevasen a aquella carpa de colores que se había instalado en la ciudad.
De niño me maravillaban los domadores y las acrobacias sobre los elefantes; jugaba a imitarles hasta bien entrado el verano, en que los chapuzones en el río nos distraían de cualquier otro juego.
Pero aquella tarde, no tan niño ya, me quedé inmóvil cuando se apagaron todos los focos excepto aquellos que resaltaban una figura en lo alto, columpiándose a metros de altura, como colgada del cielo.
¡Nnnnnina! - gritó el presentador de chaqué colorado - ¡Y su trapecio!
El silencio se apoderó del mundo.
Al salir ví un puesto donde vendían estampas con los personajes de las actuaciones de aquella tarde: los payasos, un arlequín de ojos tristes, los equilibristas y el hombre bala; y ella, Nina rezaba un cartelito, con un traje brillante precioso, sentada en su trapecio. Me lancé a comprarla como un adolescente y la guardé en mi billetero, emocionado, nervioso.
Una vez en la habitación que tenía alquilada por entonces, la colgué cerca de mi cama, sobre una pequeña bombilla que alumbraba mis lecturas, para poder darle las buenas noches.
Buenas noches, Nina - le deseé ayer. Y besé la estampa ya amarillenta.
Nino.
De niño me maravillaban los domadores y las acrobacias sobre los elefantes; jugaba a imitarles hasta bien entrado el verano, en que los chapuzones en el río nos distraían de cualquier otro juego.
Pero aquella tarde, no tan niño ya, me quedé inmóvil cuando se apagaron todos los focos excepto aquellos que resaltaban una figura en lo alto, columpiándose a metros de altura, como colgada del cielo.
¡Nnnnnina! - gritó el presentador de chaqué colorado - ¡Y su trapecio!
El silencio se apoderó del mundo.
Al salir ví un puesto donde vendían estampas con los personajes de las actuaciones de aquella tarde: los payasos, un arlequín de ojos tristes, los equilibristas y el hombre bala; y ella, Nina rezaba un cartelito, con un traje brillante precioso, sentada en su trapecio. Me lancé a comprarla como un adolescente y la guardé en mi billetero, emocionado, nervioso.
Una vez en la habitación que tenía alquilada por entonces, la colgué cerca de mi cama, sobre una pequeña bombilla que alumbraba mis lecturas, para poder darle las buenas noches.
Buenas noches, Nina - le deseé ayer. Y besé la estampa ya amarillenta.
Nino.
Y cómo podemos ayudar a Nino para encontrar a Nina?
ResponderEliminarHola! Acabo de entrar a vuestro super blog por primera vez y me encanta os visitaré a menudo.
ResponderEliminarPor supuesto quedais invitadas al mio!
Un beso
Inés
mmm... vaya lo de nino es más grave de lo que pensaba!! Duele cuando los recuerdo empiezan a volverse borrosos y amarillentos y siguen vivos cada noche al ir a dormir...
ResponderEliminarPobre nino, en cuanto aparezca le mandais un besito de mi parte!
me encantan los trapecios... creo que algún día me liaré la manta a la cabeza y me fugaré con algún Ángel Cristo jajajaja
ResponderEliminarcomo siempre genial !!
besos
Beatriz: sólo le podremos ayudar si antes le encontramos a él... Hay que estar atentas a la llegada de más pistas.
ResponderEliminarInés: Gracias! Te incluimos desde ya en la búsqueda de Nino... ¿y se se ha escondido en tu blog algunos días? Avísanos, plis!
Lantana: sí, bonica, estamos muy preocupadas y ahora comprendemos porqué Nino huye... no se atreve a contarnos su historia, o más bien a recontársela a él mismo. Hay que dar con él y exorcizar la parte amarillenta de sus recuerdos. Ya sabes, siempre podemos intentar darles la vuelta y encontrarles algo bueno
Cabriola: noooooooo! Ángel Cristo noooooo! Cuando demos con el circo, prometemos convencer al domador para que te seduzca completamente. ¿Hace?
Besos a todas, investigadoras incansables
De acuerdo, os avisaré! de momento os pongo en mis blogs preferidos sin lugar a dudas!
ResponderEliminarUn beso
Inés
es por la primavera!!! siempre revuelve
ResponderEliminarmmmm... me recuerda aquella canción "El far del Sud", de amores idealizados... aix....
ResponderEliminarMe encanta la simplicidad del dibujo, que a la vez se es tan llamativo..
Que ilusión!
ResponderEliminarVeo que tenéis mi web puesta en “nos gustan!”...
Es todo un placer..... conoceros!!!
Os voy a poner en mis links para ir visitando...me ha gustado mucho todo lo que he visto.
UN BESO MUY GRANDE!
Marta
una historia preciosa... como siempre
ResponderEliminarestaré atenta por si la veo paseando por las calles de mi ciudad, distraída...
Un abrazo
ok, estoy atenta!
ResponderEliminarchicas, bombis y borombis, ¿tiene un significado? que a veces me pierdo en el idioma.
salutes
Nino está tan tan enamorado.... ains...
ResponderEliminarprecioso!
Tal vez encontremos a Nino muy cerquita de Nina, no?
ResponderEliminarJe,je! Qué musical me ha quedado: nino nina no...
besitos!
os he conocido cuando buscaba gente a la que gustara Lady Desidia, y me habéis sorprendido, sois muy originales. Gracias por visitarme y por apuntaros al sorteo
ResponderEliminarme mori de amor con esa figura chiquitita y como desamparada columpiandose y el texto que belleza! cómo me gustaría que pases por mi blog y...
ResponderEliminarsaludos ro
Que preciosidad de historia!! Nina y su trapecio, como mola! me encanta.... y el besito de Nino a la estampa amarillenta, me ha robado el corasao!!!!
ResponderEliminarUn besazo!!
Aish..con NINO...Me tenéis entretenida con su historia!
ResponderEliminarMaravillosa la historia!! Aquí nos tenéis a tod@s enganchad@s!!
ResponderEliminarOla!
ResponderEliminarEm resposta ao teu comentário, os colares podem ser encomendados por mail tchushop@hotmail.com
Envia-me um mail a dizer ao certo o colar que queres ou as cores que mais gostas, depois darei mais indicações sobre o envio.
bjos grandes e fico a aguardar
ah parabéns, os trapésios são maravilhosos ;)
tchuuuuuu
Será verdad que exista un amor tan amoroso como el de Nino? Si es así...es maravilloso, y tan triste a la vez...snif snif!
ResponderEliminarUauh!
ResponderEliminarLa luz lo hace especial!
Zepequeña.
Qué bonito vuestro blog. Me declaro fan de Nino.
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