03 diciembre, 2011

Ponyno


Ponyno - Broche en fieltro.
Llego a puerto. Un tren de mercancías me lleva a un inhóspito apeadero a las orillas del río Cumberland. Recuerdo vagamente el camino a la ciudad. Un sendero que trae música de banjo y armónica. Conmigo viajan fugitivos, vagabundos, niños perdidos, ladrones de poca monta y alguna dama distraída. Salen de los vagones con la mirada escondida, rápido para no ser descubiertos. Me quedo solo en la plataforma de madera que hace las veces de andén. Solo. Un caballo amarrado a unos metros parece estar esperando a alguien. Me acerco. Le reconozco. Es el viejo Ponyno, el caballo de la familia. ¿Cómo saben que estoy aquí? 
Llévame, Ponyno, llévame a la ciudad, llévame a casa.
Nino

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NINOS

Y Ninos apareció en nuestro taller, revolviéndolo todo: el orden, los colores, las ideas, el tiempo.
Y no había hecho más que empezar...