13 octubre, 2007

Terra inteira


Elvira mostraba el cuaderno que le había regalado Xavi: parecía un libro, con su portada de fondo colorado y letras negras que rezaban "worldnosequé", las hojas amarillentas y gruesas. Tenía todo el aspecto de un diario de viaje.
Se trataba de un regalo casual pero, sin saberlo, hizo madurar a un Nino trotamundos al compás de Garça Perdida... Então, voltarei a cruzar este céu e este mar, voarei, voarei sem parar á volta da terra inteira!
Y cruzó mundos dibujados, atravesó mares y montañas para llegar hasta el taller, mudo después de conversaciones alrededor de hogueras de purpurina.
En la primera página de aquel cuaderno parecía tener el mundo a sus pies...


4 comentarios:

  1. Qué chulo ese nino viajero!, me gusta mucho.

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  2. Viajar.....asimilar horizontes. ¿ qué importa si el mundo es plano o redondo?
    Imaginarse como disgregado en la atmósfera, que lo abraza todo. Crear visiones de lugares venideros y saber que siempre serán lejos, inalcanzables, como todo lo ideal.
    Huir lo viejo. Mirar el filo que corta una agua espumosa y pesada. Arrancarse de lo conocido. Beber lo que viene.
    TENER ALMA DE PROA.

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  3. NINO dijo... nacer tiene algo de sucio........vernir al mundo entre colores desordenados, virutas de goma y cáscaras de lápiz.....nacer tiene mucho de sucio.......

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  4. ¡Qué lindo el Nino trotamundos!
    A veces se presenta el mundo así de cuadrado, ¿verdad?
    Preciosa la sencillez del dibujo, ¡besos!

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NINOS

Y Ninos apareció en nuestro taller, revolviéndolo todo: el orden, los colores, las ideas, el tiempo.
Y no había hecho más que empezar...