29 enero, 2008

... otra vez (y II)

Y aquí va la segunda entrega, el modesto bolso de Bombis, que completa el "todo" del par del taller. Ya a primera vista encontraréis objetos clonados que son parte del esqueleto que compartimos, objetos similares que son parte de las ilusiones que nos mueven... y es que no hay Bombis sin Borombis ni Borombis sin Bombis. Ahí va, boniques:
CONTINENTE: un bolso mondo y lirondo. Se lo pedí a los Reyes y el único requisito es que tuviese muchos bolsillos y compartimentos... necesitaba un poco de disciplina y organización en mi vida. Y voilà! Cabe de todo y me encanta.
CONTENIDO: de todo un poco.
1. Lo mejor: las llaves enlazadas al bolso. Es un caminito de migas de pan directo, tiro de la cuerda y ahí están! Se acabo la tortura de buscar las llaves desesperadamente mientras sostienes en la otra mano la compra que te siega los dedos.
2. Crema de manos Sante, de oliva y jengibre, de oferta en un supermercado ecológico de estreno en la ciudad. Huele que alimenta, así que la piel de mis manos está entusiasmada (y muy seca también).
3. Un cuenquito de arcilla con pigmentos de amapola que me trajo Mar de Marruecos. Sirve como colorete y también como un toque de rojo en los labios. Y queda muy natural, como la vida misma. Es una maravilla.
3. Dermosuavina: bálsamo para los labios cortados. Éste si que es el mejor (ji ji), y ya lo utilizaban nuestras abuelas. Y sólo un euro.
4. Pintalabios Lancôme, el único (si, el único que he tenido en mi vida y que dure). Color Soir. Suave, sin estridencias.
5. Bolsita de seda azul, de Vietnam (otra vez Mar, que no para), para guardar algunas cositas anteriores.
6. Móviles, dos. Personal y laboral. ¿Se nota cúal es el mío? El más cuidadito, con su funda multicolor, obra de Susana, la sucesora del arte del ganchillo.
7. Pañuelos. A montones. Será que soy una mocosa...
8. Funda para mis gafas hipermétropes, que no sé dónde están.
9. Libreta negra Moleskine, de cuadritos y con índice alfabético. Para listas, listas y listas, para ideas, para recordatorios, para todo.
10. Agenda colorada Moleskine. La gemela de la agenda de Borombis, también para mi cumpleaños.
11. Micro-estuche para mi lápiz de ingeniero de Pentel y la más sencilla y maravillosa de las plumas Parker. Ésta está deseando volver a las epístolas.
12. Matriuska mayor y señor Oso, para que siempre estén disponibles por si la pequeña Vera se aburre.
13. Kit bici: lucecita por si se hace de noche o por si amanece el día con niebla. Y las llaves del candado. Verano azul por las calles de la ciudad. La la la la la...
14. Monedero estilo abuelita, para las monedas, con forro de flores.
15. Cartera Alphabet. Lo mismo que el bolso, cienes y cienes de bolsillos, pero sin notarse. Su interior, como dice Borombis, es otro submundo.
Y ya.
Como somos dos en un reloj, las nominadas son las mismas, y tan sólo aprovecho para pedirles que, plis, nos enseñen sus bolsos si aún no han tenido tiempo.
¿Curiosidad? mmmmmmm

7 comentarios:

  1. Así da gusto, qué cumplidoras, encima por duplicado!
    Lo de los pañuelos...a mí a veces también me pasa, me junto con varios abiertos...
    Muy interesante, je,je!
    A ver si las nominadas se animan!

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  2. que gusto conocer el interior de vuestros bolsos, me encanta jeje :D
    y si, yo también estoy nominada por Anais pero me da una pereza...jeje


    besitos para las dos

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  3. Tengo que decirlo, lo siento Bombis:
    Gracias a los Reyes Mágicos por el bolso con enlace para llaves. Por fin dejaremos de escuchar ese clásico frente a la puerta de casa, del coche... :
    - Ay, no encuentro las llaves!

    Firmado:
    Borombis.

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  4. ¡qué de cosas! yo coincido en varias, como los pañuelos de papel que nunca me faltan, pero en otras no tanto... ¡¿una sola barra de labios?! jajaja me apunto la dernmosuavina para la próxima visita a la farmacia!

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  5. Cuando alguien vacía su bolso, siempre me acuerdo de Lois Lane y Clark Kent al salir del callejón tras ser atracados en Superman 1: "total, Lois, por un peine, una barra de labios y 20 dólares...".

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NINOS

Y Ninos apareció en nuestro taller, revolviéndolo todo: el orden, los colores, las ideas, el tiempo.
Y no había hecho más que empezar...