21 agosto, 2008

El día que me quieras


Lo conocí en Konstanz un domingo de mayo.
Le había visto decenas de veces entre el público y su cara empezó a resultarme familiar. Después de la función, solía revolotear por los puestos que vendían golosinas, juguetes de madera, limonada y postales con los héroes del circo. Yo, todavía engalanada por el maquillaje y la purpurina, desfilaba ante él disimulando no haberle reconocido. El encuentro-no encuentro se repetía una y otra vez hasta que por fin, esa tarde de domingo, la ocasión se presentó. Los aparentes pero aviejados zapatos que calzaba todos los días dieron la oportunidad a la galantería de Nino. Yo salía de la puerta de actores moviéndome con gracia y una cierta altivez, sabiéndome admirada, cuando ¡Cras!, un tacón se partió en seco propiciando mi caída que aunque no aparatosa, si levantó un cierto revuelo entre los concurrentes. Nino acudió a socorrerme y me miró a los ojos por primera vez después de tantos intentos. Le sonreí mientras una pequeña lágrima de dolor traídora se descolgó. Me levantó con la misma facilidad que lo haría el "hombre forzudo" y en brazos me llevó hasta su vehículo, su bicicleta.

- Disculpe que no pueda llevarla en un medio más adecuado... pero es todo lo que tengo.
En ese momento, contemplando su cara de humilde ofrecimiento, supe que iba a vivir siempre con él.

Nina

8 comentarios:

  1. Qué bonito!!!!!!!! me he emocionado!!!

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  2. ay que bonito...se me ha puesto tiernito el corazon

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  3. la camiseta preciosa!
    pero la historia, ays...que tierna ^^


    besines

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  4. que bonita historia de amor, supongo que vivieron felices y comieron perdices, no?

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  5. Amigas, la cosa empezó bien como véis pero de momento están separados, como habréis podido leer en posts anteriores. Su historia es triste pero quien sabe... Nino busca y busca...

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  6. Ohhh...los pelillos de punta!! Es una historia tan tiernecita la de Nino!!

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  7. una historia preciosa y tan tierna... ayss, me ha emocionado mucho!

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  8. que hermosura.. vengo del rincoón de Azhra.. besitos

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NINOS

Y Ninos apareció en nuestro taller, revolviéndolo todo: el orden, los colores, las ideas, el tiempo.
Y no había hecho más que empezar...