Preguntando aquí y allá árbol genealógico en mano, Bombis y Borombis, logran descubrir que Nino pertenece a una longeva familia de aristócratas rusos que amasaron una fortuna incalculable a lo largo de varias generaciones y que debido a un contratiempo que nadie supo explicarles, acabaron con lo puesto. Nino tenía varios tíos y tíos abuelos que escaparon de la humillación social y sentaron su vida en diversos países. La única tía que todavía vivía en San Petersburgo era Ninotchka, que cuidaba de la mansión familiar como si todavía bailaran por sus salones las parejas más populares de la ciudad o el servicio desfilara con numerosos manjares en bandejas de plata. Ninotchka les recibió con un silencio en los labios. Bombis y Borombis la vistieron de preguntas acerca de la historia familiar, de Nino y de su posible paradero. Ni pío. Enjoy the silence.
Cerraron el portón de la casa abatidas cuando oyeron un "shhhh" sonoro. La cuidadora de Ninotchka en voz baja les reclamó atención y les dijo que Nino había estado a resguardo en aquella casa y que se marchó en busca de sus orígenes, de sus padres... pero ella no sabía dónde ni de qué forma...
¡Bombis y Borombis sí lo sabían! No sabían nada de la madre pero el padre, N. Smith, vivía en Inglaterra, lo indicaba el árbol.
¡Una gran pista! ¡De viaje otra vez!


